CAPITULO 2:
-Selina, cariño estas bien, estas pálida como un muerto- era
Alice, que me sacó de mi fantasía al instante.
-Alice- repetí tontamente, ¿quien más si no?
-¿cariño estas bien?-me preguntó de nuevo sacudiéndome,
poniendo su mano en mi frente para revisar mi temperatura, la verdad era otra
la que se ponía pálida, quité su mano con delicadeza, para que supiera que
estaba agradecida por el gesto, pero no era necesario todo esto.
-sí, tranquila, en receso te cuento lo ocurrido, pero por
favor tranquilízate- le pedí nerviosa, solo sé que mi mente no procesaba
después de esta experiencia un tanto macabra que acababa de enfrentar.
-ok, pero de estas no te salvas- dijo mirándome amenazante y
sentándose a mi lado para empezar con clases, esa mirada era algo raro en ella,
algo como una estratagema, era simplemente escalofriante. Apenas había entrado
la mitad de la clase, y todos estaban revueltos, hablando animadamente,
mientras la pobre señorita Cole trataba de silenciarlos para dar comienzo a la
clase, pero ahora no tenía tiempo para prestar atención a los descuidos de mi
grupo. Miré a Alice que intercambiaba miradas ansiosas y preocupadas a Alejo,
el cual estaba sentado a unas 3 sillas de nosotras, su vista pasó de Alice a
mí, era una mirada penetrante, como si quisiera examinar más allá de lo que se
ve, es una mirada que no podía soportar, así que inmediatamente aparté la vista.
Estaba claro, se los diría de una manera u otra.
EN RECESO:
-¿cielo que vas a tomar?-preguntó la señora Karen, la señora
de la cafetería
-un té helado por favor- le respondí y le dediqué una
sonrisa
-muy bien, aquí tienes que lo disfrutes cielo-esa señora era
un encanto
Caminamos hasta un pasillo un tanto apartado, Alice se
mostraba un tanto ansiosa, una tanto, hasta que nos sentamos
-ahora si dime qué fue lo que te paso al principio de la
jornada-me exigió Alice
Tomé un pequeño suspiro, creo que me después de esto me dirá que estoy loca, pero
ella me lo pidió. Cuando terminé de explicarle todo ahora fui yo la que tuve
que despertarla
-Alice, vamos vuelve a la tierra- le dije, chasqueando los
dedos frente a su cara, ante esto ella dio un pequeño saltito.
-Seli…prométeme que vendrás conmigo después de que termine
la jornada-rogó y pensé que se iba a echar a llorar ahí mismo, la miré con mis
más sinceras disculpas, era algo que no podría cumplir
-no puedo, tengo que ir con mi mama, lo siento-le dije
-pues iré contigo- me dijo y en ese preciso instante pasó
Alejandro y cuando miro a Alice puso mala cara me miró y le dijo a su prima
-debes estar bromeando
-no, para nada es ella
-no puede ser, no se parece
-ya tuvo una visión y hoy es su cumpleaños, no hay forma de
que no sea ella
-oh vamos Alice no…no concuerda para nada-se le notaba
exasperado y un tanto confuso
-oigan que pasa chicos-ahora fui yo quien habló porque no
entendía nada de lo que hablaban, y eso me ponía de malas.
-debemos hablar-dijo Alejo
-iremos con tu mama, creo que ella necesita explicarnos algo,
a todos-dijo Alice en tono serio, de repente se me antojaba más mayor, como si
hubiese dejado de ser esa chica dulce y divertida, para convertirse en un
adulto serio y amargado, sinceramente no me gusta esta Alice.
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